En esta zona de Tumaco, caracterizada por su producción de coco, el programa tiene mayores retrasos. Además de presentarse los problemas comunes, (pagos retrasados, suspensiones, etc), a estos usuarios nunca les llegaron sus recursos del proyecto de seguridad alimentaria ni les brindaron asistencia técnica.
En 2019, conocimos a un líder de este consejo comunitario, Alirio*, quien nos ha estado explicando la situación tan difícil que hoy en día vive la gente en su vereda.
Tradicionalmente, las personas que habitan estas zonas de Tumaco han sembrado coco y cacao. Con el programa, esperaban apoyar y fortalecer esas líneas productivas, crear acuerdos de comercialización de sus productos. “El coco es muy rentable”, nos comenta Alirio.
En el recorrido de ese día, conocimos algunas fuentes hídricas, no contaminadas, que son el recurso que utilizan los habitantes de estas veredas para consumir agua potable y utilizarla en sus distintos quehaceres. Sin embargo, esta zona no cuenta con un acueducto. “Con el programa se habló de canalizar el agua, pero después eso nunca se volvió a tocar”.
Los temas de infraestructura rural y acceso a servicios públicos serían planteados en los denominados PISDA, según el diseño del programa. En la implementación, el PISDA fue absorbido por el PDET. Cuando le preguntamos a Alirio sobre el PDET, nos dice enfadado, “el PDET no nos consultó nada, propusieron un centro de salud y solo le preguntaron a la alcaldía”.
“Estos pueblos siempre han tenido la voluntad de sustituir la coca”
Alirio
En el 2013, hubo la oportunidad de hacer parte de un programa de sustitución, comenta Alirio, la gran mayoría de familias estaban decididas a sustituir la coca, pero el programa nunca llegó a estas veredas, porque era una zona roja.
“Entonces, usted imagínese las ganas que tenía la gente de entrar al programa, y que el gobierno diga no […] Si el programa, el PNIS, hubiera sido un programa serio coca ya no habría más”.
Alirio
Aunque ya ha pasado un tiempo desde la última fumigación, los habitantes de estas veredas siguen padeciendo las consecuencias del glifosato, el deterioro de los suelos y de sus cultivos de pan coger. Por eso, ante la insistencia del gobierno Duque de fumigar, Alirio hace una afirmación contundente: “Si ellos (el gobierno) fumiga hoy, mañana mismo la gente empieza a sembrar”.
La vereda de Alirio así como otros territorios en Tumaco, tienen el potencial para transformar sus economías. No es solo el coco, el cacao también podría convertirse en una buena alternativa.
Nos encontramos en este recorrido con una diversidad de frutos y de cultivos nativos, el ciruelo, la chirimoya, las plantas aromáticas chiyangua y chirarán, productos que adolecen de las rutas del transporte y de la comercialización y que terminan pudriéndose en los predios de los campesinos.
Ante la falta de cumplimiento del PNIS, las familias inscritas han tenido que rebuscarse sus recursos. “Algunos ganan jornales, otros trabajan con el coco, pero el coco se murió, aquí la gente realmente está muy preocupada”, nos dice Alirio. Han pasado más de dos años que las familias erradicaron su coca, y como indica el título de este especial, todas le reclaman al gobierno, “¿y ahora qué?”
*Nombre cambiado por motivos de seguridad